miércoles, 18 de abril de 2012

El volcán Popocatépetl


Los antiguos mayas bautizaron a este hermoso volcán que domina el Valle de México como Popocatépetl, que significa “montaña que humea” y precisamente en las últimas semanas eso es precisamente lo que está haciendo.
El Centro Nacional para la Prevención de Desastres (CENAPRED) ha dado la alerta ya que el volcán ha comenzado una emisión constante de vapor de agua y gas de entre 500 m y 1 km (en las proximidades de su cráter). La probabilidad de erupción volcánica ha subido su categoría a alerta amarilla de fase dos. Según afirma CENAPRED uno de los siguientes escenarios es posible a corto plazo: exhalaciones moderadas, emisiones de ceniza, esporádicas explosiones de nivel bajo-moderado, leve incandescencia en el cráter del volcán.
Vista desde San Andrés Cholula. EFE VERDE.
Esta situación mantiene en alerta a unas 30 poblaciones de los estados de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala ya que el Popocatépetl no ha parado de lanzar ceniza durante la última semana. Las autoridades recomiendan que la población esté alerta para desplazarse a lugares seguros como los dos albergues que ya han habilitado en zona segura.

Y toda esta situación viene a incrementar la alarma social ya que en el último mes y medio se han producido varios terremotos de una intensidad por encima de 5 grados en la escala Richter. La tierra tiembla y el volcán comienza a humear tal y como en teoría predijeron los Mayas en sus leyendas. La población se divide entre el escepticismo y la confirmación de que algo está pasando con el planeta, que nos está avisando gravemente de que el daño que le estamos causando puede ser irreparable. ¿Qué pasará el 12 de diciembre de este año? ¿El fin del mundo? Ojalá los Mayas se equivoquen y el cambio de era o ese final del calendario no signifique la exterminación de la humanidad, pero sí puede que se trate de un punto y aparte. Según afirman ya algunos metafísicos expertos en la materia se producirían catástrofes naturales y cambios en las condiciones de vida, que tal y como formuló Darwin, harán que sólo los más fuertes de cada especie sobrevivan.

No queremos ponernos catastrofistas en un día como hoy, pero lo que sí es cierto es que si el Popocatépetl humea no sólo nos lanza ceniza sino un mensaje de humildad al ser humano que no puede enfrentarse a erupciones, terremotos o huracanes. Fin del mundo o no, debemos poner fin a una civilización que se está comportando de forma insostenible y el planeta, tan sabio, nos está alertando.

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