La Patria no se elige, uno nace un lugar y por el resto de nuestra vida ese lugar nos ata, nos hunde los pies en su tierra y quedamos atrapados por nuestras raíces. No importa lo lejos que te vayas o lo rápido que camines, tu ciudad natal está tatuada en tu piel y deja una huella imborrable en tu carácter.
Yo soy cordobesa. Soy española. Y por muchas vueltas que le de al mundo, cuando veo el atardecer del Guadalquivir enmarcado con su Puente Romano y su Mezquita-Catedral, los ojos se me nublan y el corazón se me alborota. Pero no sólo éso, la Patria, mi Patria es mi gente. Mi familia, mis amigos, mis vecinos... esos rostros que he visto toda la vida cada mañana cuando me despertaba, y que por circunstancias de la vida en los últimos años no los veo tan a menudo como me gustaría. Esa es mi patria.
En estos días en los que en España se habla tanto de nacionalismo, de banderas, de Hispanidad... a mi me resulta incluso gracioso. Creo que esos problemas lo crean personas que nunca han observado sus Patrias desde fuera. ¿Qué mas da si unos son independientes o los otros son federalistas o los eufemismos que queramos ponerle? Uno vuelve a su tierra y se alegra, siente el orgullo real de pertenecer a un lugar, de pasear por sus calles, de hablar con sus gentes. Sin más connotaciones políticas.
Estos días me ha resultado curioso el interés de la gente común y corriente por la situación en este lado del charco ( charco...menudo charcho de 11 horas de vuelo). Gente que no me conoce de nada, se interesa por mi situación en el momento que les digo que vivo en México. Y es que nuestra Patria, está asfixiando a los jóvenes con aspiraciones, con ganas de trabajar y sentir que su vida vale la pena. Tristemente, este año más y más jóvenes han tenido que hacer su maleta para construir su otra patria en algún país de américa o de Europa, incluso de Asia (no hay nada más que darse una vuelta por el Facebook de mis amigos últimamente). Todos se van con la sensación amarga de decir adiós, pero con la ilusión a cuestas de empezar una vida con más oportunidades lejos de su tierra.
Esta es la realidad de muchos españoles y españolas que como yo, miran con nostalgia el día 12 de octubre, día de la Hispanidad, día de la Patria (la madre Patria como dicen por acá), de la raza o los adjetivos que le queramos poner. Habrá quién no lo celebre, allá ellos que no han viajado.
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