martes, 22 de abril de 2014

Vinos náufragos. Arte, lujo e historia

[Tengo un especial cariño a este reportaje de vinos náufragos que se va a publicar este próximo mes en la revista Gentleman, gracias a la inestimable ayuda de mi colega Rubén Gallardo. Espero que lo disfrutéis y os deje con buen sabor de boca...]

Un escritor del siglo XIX – Jack London- lo sintetizó francamente bien: las mejores historias siempre comienzan con los naufragios. Y en esta historia mezclamos tesoros conservados en el fondo del mar, con el lujo de descorchar una de esas botellas mimadas entre las arenas y las corrientes marinas del fondo del océano en alguna oscura goleta o navío, los vinos náufragos.

Uno de estos hitos, el hundimiento en un arrecife frente a las costas belgas el 3 de febrero de 1735 de la nave Hert Vliegend. Siglos después, en 1980 se hayan sus restos y entre ellos varias decenas de botellas de vino alemán que hoy se conservan incluso en museos náuticos de los Países Bajos. Sin embargo, se sacaron a subasta tres lotes de estos vinos conservados en perfecto estado, y con la impronta inconfundible de su larga aventura submarina. Se pagaron 3.500 euros por el último lote de estas botellas –el más caro de los tres lotes- con un costo por unidad de 1.750 euros. La subasta fue todo un éxito y no ha sido la única. 

En el verano de 2010, se hallaron 11 botellas de champagne datadas entorno a 1840 frente a las costas del Báltico en una goleta cuyo nombre y ruta es aún hoy un misterio. Ese mismo verano en una isla perdida de Finlandia, ArtCurial las saca a subasta con un precio de salida por botella de 10.000 euros. Previamente ya habían vendido dos de estas botellas de espumoso a un misterioso comprador por 50.000 euros. ¡Estos tesoros no podrían ser más valiosos! El botín gourmet contenía una botella del desaparecido champagne Juclar, una de Heidsieck&Co y varias de Veuve Clicquot en perfecto estado de conservación. Un milagro explicado por una combinación feliz de condiciones: presión, temperatura, oscuridad, agua baja en sal y tapas de resistencia que mantuvieron los espumosos impecables. De este fabuloso Veuve Clicquot se descorchó una botella en una prestigiosa y exclusiva cena en París, donde también se hizo un retrato de este espumoso desde su añada de 1904 hasta 2008. 

Y navegamos a otro naufragio, el 6 de septiembre de 1864, el navío Mary Celestia se hunde tras golpearse con un arrecife en la zona próxima a las Bermudas, en Fairmont Southampton. Se recupera una caja con cinco botellas de vino. Una vez más, la discreción y el secretismo que envuelve a todas estas subastas de vinos náufragos nos hace imposible determinar el precio real que se paga por cada una. Ocurrió esto mismo con 2.000 botellas de champagne fechadas en 1907 y recuperadas entre los restos del mítico Titanic, por las cuales se rumorea que llegaron a alcanzar en sala los 20.000 dólares. Un lujo al alcance de muy pocos beber un sorbo de estos vinos perdidos en la historia. 

 
Historias de tesoros perdidos que son un deleite a los paladares más exquisitos y de privilegiadas carteras. De hecho, en esto ya se ha explotado una nueva idea de negocio: cavas submarinas para terminar de añar los vinos chilenos y españoles y darle al comprador el privilegio de ser él mismo quien rescate su botella. 



lunes, 14 de abril de 2014

La libreta

Esta es la historia de un chico sencillo, Carlos Ortiz, que este fin de semana se proclamó campeón del torneo de golf  Bosque México Championship del Web.com Tour. Un joven tapatío que ya ha hecho historia en este deporte en su país pues ha sido el primero en proclamarse ganador de la chaqueta de esta competición y con tarjeta libre para disputar la PGA. 

Fotos: Marian Castro.
Sin embargo, emociona que a las puertas de cumplir sus 23 añitos, acompañado de sus padres en todo momento, dedique un premio así a un familiar en lucha contra el cáncer, que insista en que hay que trabajar y con honestidad decir que va a serguir enfocado y creciendo como deportista. Aunque la madera ya la tenga...y los pies bien plantados sobre el 'green' también.
Si algo me ha enseñado Carlos Ortiz y este torneo de golf este fin de semana, es a respetar este deporte, a empezar a amarlo... Pese a la tranquilidad del medio en que se disputa, el golf profesional es una avalancha psicológica devastadora. Sobre todo ese momento previo de colocar tu primera pelota en el hoyo uno y focalizar tu objetivo. Hay deportes que requieren de inteligencia, templanza y una capacidad emocional inmensa, tanto como las más de 800 yardas que tienen que salvar con el menor número de golpes posible... Como pasa en la vida. 

Un deporte de caballeros -dicen- que se enfrentan con el máximo respeto a las leyes de la física, afectada por condiciones como viento, altitud, humedad del césped... Impredecible. Y aunque bajen la mirada, es sólo para anotar en su libreta, su golpe, la esperanza de acercar la bola a unos centímetros del hoyo y no olvidar lo importante (no es siempre ganar sino sentirse satisfecho). 

Una libreta que es un aliado, testigo de triunfos y fracasos... Ahí los jugadores apuntan- apuntamos- las trampas (búnkeres de arena, lagos o el propio bosque) que, insisto, como en la vida, nos desvía una vez más de nuestro camino y nos distrae del horizonte pero siempre aportan experiencia.

En efecto, el golf no es un deporte como pensaba. Es otra cosa que ayer dejé anotada de esta forma en mi libreta. Espero acertar en mi golpe de 'swim'.





miércoles, 2 de abril de 2014

Décalago del buen periodista freelance (según se mire)

Los 15 principios básicos de este décalogo (por enumerar algunos) que debes tener en cuenta si quieres ser un periodista freelance- siempre desde la modesta experiencia de una servidora- son aplicables en cualquier parte del mundo pero creo que la cosa se dificulta aún más si lo haces fuera de tu país (y por lo visto, más si es en México), son los siguientes:


1. Llamar a todas las puertas posibles- ventanas también valen- da igual que te la estampen en la cara. Alguien habrá que te dé la bienvenida. Eso sí, hay que mover el culo y plantarse allí con la carpeta bajo el brazo y un puñado de buenas ideas. ¡¡¡Suerte!!!
2. Trabajar y trabajar incansablemente, aunque ese trabajo no lo vayas a colocar en ninguno de los medios con los que has empezado a colaborar. Pero quizás acudiendo y teniendo material puedas abrirte alguna de esas puertas que se resisten.
3. Hacer networking hasta cuando vas de bares, antros... Igual ahí conoces a alguien que te pueda echar una mano - siempre que no sea al cuello, claro...
4. Aceptar trabajos que te motiven y te ilusionen, porque si escribes de algo de lo que no sabes o no te gusta lo suficiente, se notará en el resultado de tu texto y es posible que no vuelvan a contratarte para otro nuevo reportaje o entrevista. (Lo confieso, una vez escribí una nota de Angelina Jolie y Brad Pitt y me mandaron a Televisa a escribir telenovelas...)
5. Ser simpática hasta con el personal gris, feo y antipático de Administración. Sí, sí, aunque a veces te den más ganas de matarla/o que de ponerle una sonrisa maléfica (cuidado y no te muerdas el labio muy fuerte... hace pupa).
6. Cerrar los acuerdos de tus colaboraciones por email y no de palabra (las palabritas se las lleva el viento...que dice la canción). Concretar la extensión, el tema, fecha de entrega, el enfoque (si es posible) y lo más importante de todo, el precio por página de tu trabajo.
7. Ten paciencia para cobrar. Te dirán que se tarda x y se acaba tardando mil veces más. Creo que para esto sería lo indicado hacer yoga o contratar a alguien de la familia del Chapo... pero ante todo paciencia.
8. Repito: paciencia otra vez. ¡¡Y ánimo!! Hay días y días... mañana volverá a salir el sol y no puedes desfallecer porque si tú lo dejas nadie vendrá a levantarte para empujarte a seguir trabajando. Cree en ti.
9. Nunca entregues tarde y sin haber revisado bien tu texto. Envía tus trabajos siempre uno o dos días antes de la fecha en la que te lo han solicitado, das tu mejor carta de presentación así.
10. No pierdas el contacto con tus clientes (una llamadita de vez en cuando, platiquita..) y proponles más temas aunque no les gusten. Síguelo intentando, alguno les gustará.
11. Planifica y no olvides anticiparte a las temporadas, a los temas con bastante tiempo de antelación. De hecho, yo ya vivo en verano gracias a eso, voy por junio por lo menos...
12. No te líes con las cuentas, los recibos, las facturas... Si no te ves capaz, píde ayuda de algún amigo o profesional (a cambio de cervezas te sale a cuenta). Ya sabes, la excusa de "somos de letras..." no te servirá para sacar adelante tu negocio.
13. Vuelve a llamar al personal de administración... Síii, síii, aunque creas que eres muy pesada. Le recuerdas que tienes la mala costumbre de comer para vivir y que aún te deben los dos últimos meses.
14. Respira... paciencia otra vez. Si la cosa se pone fea, plántate en las oficinas con tu primo el de Zumosol o bien tómate un cargamento de té de tila en vena.
15. Si te invitan a un festival de cine, a cubrir un evento con los gastos incluídos... acepta siempre, déjate consentir. Seguro que además de pasarlo bien, sacas nuevas ideas, conocer a más gente, podrías sacar de ahí futuros trabajos. 

Todos estos principios se resumen en uno: cree en ti sobre todas las cosas y come poco para no gastar mucho y estar en tu línea

Queridos compañeros que padecéis la vocación periodística como yo, sabéis bien de lo que hablo y aunque más de un día nos apetezca pegarle una patada a este trabajo, somos unos yonkis del periodismo. No hay quien nos quite. ¿Cómo le ponemos solución?