domingo, 23 de marzo de 2014

En busca del chile perdido

Esta semana leí atónica esta noticia... Un grupo de científicos mexicanos y chinos están buscando el genoma del súper chile. Sin duda, sería un arma de destrucción masiva, pregunte a cualquier estómago no versado en las cuestiones del picante mexicano... El caso es que han buscado una de las variedades de chile menos domesticadas, el chile chiltepín, y analizado su genética para ver cómo afecta la llegada de patógenos, hongos o cuando echan la flor. De esta manera, conseguirían aislarlos y potenciar las cualidades del chile, es decir, picar más. ¿Más? Sí, sí, que el científico que encabeza este estudio, el señor Rivera Bustamante, afirma que sus paisanos los mexicanos a veces gustan que pique un poco más sus salsas, y para otros mercados de paladares más sensibles, comercializarían los chiles menos picosos. (Un detallazo por su parte).

Chile Chiltepín. Fuente: CINVESTAV
Con todo esto, pretenden hacernos ver las cualidades benéficas del chile no sólo para limpiar nuestro intestino, sino porque poseen más vitamina C que una naranja. Además, conseguirían mejorar los cultivos y hacerlos más resistentes a plagas y por consiguiente una mejor comercialización del producto; ya que México es el segundo productor mundial de chiles con dos millones de toneladas al año, el primero, China (como en todo) con casi diez millones de toneladas anuales. 

¿Qué queréis que os diga? Harían un favor a la humanidad si fallaran en su intento de crear genéticamente el súperchile por más que me digan que han encontrado restos de chiles de hace más de 6.500 años, con los que nuestros parientes ya se enchilaban a gusto... Las farmacéuticas agradecerán que en un futuro próximo haya más estómagos dañados y perjudicados por gastritis y otras deficiencias estomacales por causa de echarle el "chilito" y más salsita a la comida mexicana, pero yo me quedo con mi sazón mediterránea que lo más picante que tiene es un ajo y una guindilla. 

Así que aprovecho para aconsejarte a ti, amigo turista, que cuando vengas a México y desplieguen ante ti todos esos cuencos con llamativas salsas rojas, verdes, amarillas... ni se te ocurra probarlas. A menos que quieras pasar el resto de tus vacaciones retorcido de dolor en el inodoro de tu habitación de hotel, desaprovechando el all-inclusive

Allá tú, el súperchile sólo está creado para paladares entrenados, son pocos los elegidos. 




martes, 11 de marzo de 2014

Historias de taxi (II parte)

Una vez más me aventuro por la ciudad de México en un galopante taxi medio "escacharrado". La destreza al volante de su conductor es sorprendente pero también lo es su aspecto físico en el que me he fijado nada más subirme. Lo escaneo porque no es el prototipo de taxista mexicano al que estoy más acostumbrada. Se trataba de un señor de mediana edad, pelo canoso, ojos azules, piel clara y de más de metro ochenta.

Cruzamos Mariano Escobedo, nos adentramos en Polanco y a la altura de Molière nos cruzamos con el primer judío ortodoxo vestido de negro. Vuelve a surgir la conversación...

- Mire, están por todas partes... Yo en mi taxi no subo ya a esta gente. Son "canijos" para pagar, muchas veces después del viaje me dicen que no llevan dinero y no me pagan, o si lo hacen, me hacen darle de cambio hasta el último céntimo. 

A lo que respondo: Sí, miran mucho por su dinero. De nuevo caí en la cuenta de que a diario convivo con esta gente y sigo sin conocer sus orígenes, su filosofía, sus tradiciones... su verdadera imagen alejada de los clásicos tópicos que se reproducen en estas conversaciones casuales.

- No, yo ya no paro para subirles al taxi. Llegaron en oleadas y han sabido meterse en todas partes, todo lo corrompen. Son empresarios y tienen fábricas y negocios en los que se han hecho ricos. Pero son muy "codos" y mala gente. No me extraña que el Hitler que los vio desde niño, quisiera acabar con ellos, fíjese. 

Me sobresalté del cariz que estaba tomando la conversación. Dije que eso no justificaba una matanza como la de los campos de exterminio, un crimen para la humanidad. Le advertí que desconocemos cómo son realmente, que eso nos hace dudar de ellos y hay que intentar convivir con otras culturas. 

 - Hitler sabía y los conocía bien, por eso los metía en trenes y los llevaba a campos de exterminio... Fíjese creo que estoy de acuerdo con lo que hizo... porque él vivió con ellos desde niño

Sinagoga Polanco.
Pagué lo más rápido que pude y dejé hasta propina con tal de salir de aquel taxi, porque ahora había empezado a hablarme del cristianismo que procesaba y la Iglesia a la que pertencía. Pronto tendríamos nuevamente una guerra de civilizaciones... 

Vuelvo a hacerme la misma pregunta. Cómo el desconocimiento nos lleva a esos límites, a ser xenófobos y racistas, pero no es mi caso, ojo. Aunque lo confieso, sigo hecha un lío. Igual un día encuentro un taxista con otro discurso más meritorio del Nobel de la Paz y quizás resuelva todos los enigmas que tengo con mis  vecinos los judíos ortodoxos de Polanco.


lunes, 3 de marzo de 2014

Polémicas y pelotas

La noticia de que el delantero mexicano Carlos Vela no jugaría el Mundial de Brasil de 2014 y por tanto no regresará a las filas de la selección de su país, cayó como una bomba tanto en los medios de este país como de España donde es un goleador destacado de la Real Sociedad. Mucho se ha especulado desde entonces... la bola ha crecido hasta el punto que el jugador tuvo que hacer público un comunicado explicando sus razones

Pero este asunto me ha hecho reflexionar sobre el amarillismo de los medios deportivos. ¡Cómo nos gusta sacar carnaza en los titulares! Decir es culpa del seleccionador Miguel Herrera, o alegar que Vela tiene alguna rencilla con otro de sus compañeros o el propio equipo directivo desde el Mundial sub20 en Canadá. Nada...

Recientemente, tuve ocasión de entrevistar al "piojo" Herrera y fue tajante. En la charla entre Vela y él, junto con Ricardo Peláez- director deportivo de la Tri- no hubo tensiones. Con sinceridad y honestidad el jugador le aclaró que no se siente preparado ni concentrado para representar a su país en la competición mundialista. Herrera afirma que no vió ningún mal modo por parte del delantero, que con absoluta convicción y sin ánimo de ofender hizo esa afirmación para favorecer la competitividad de la selección mexicana. Le insistí, ¿la polémica la creamos los medios? Un rotundo sí por parte de Miguel Herrera. 

Llegaba yo a esa entrevista la pasada semana con los comentarios precedentes de colegas de medios como ESPN y otros medios deportivos mexicanos que en sus particulares blogs habían hablado del carácter duro y cortante del "piojo". Lo entendí en la conferencia de prensa previa a mi encuentro. Una y otra vez las mismas preguntas... quizás ahí radique el problema. Claro que fue "sangrón" el seleccionador en muchas de sus respuestas pero es que los compañeros arremeten una y otra vez esperando -quizás- un desliz, un titular espectacular que salve sus portadas -una vez agotada la paciencia del protagonista- y venda más periódicos o suba el share de su canal de televisión. ¿És ese su trabajo? El del periodista, puede... aunque llevado al límite como digo del amarillismo, pero el del entrenador, no. Las ruedas de prensa eternas no favorecen en nada al fútbol, ni tampoco creo que beneficien a la prensa deportiva que acaba creando un ambiente enrarecido (malo) en las salas de prensa. Esa tensión por parte del seleccionador -siempre a la espera de la siguiente controversia- genera la enemistad con los medios, que en consecuencia acabarán presionando de tal forma al seleccionador y su plantilla que irá en detrimento de la concentración y buen juego previo a un importante choque mundialista (lo hemos vivido con España en varias competiciones antes de ser bicampeona). 

Hay que salir un poco de ése círculo para verlo con mas claridad, yo también estuve una vez ahí metida. Sinceramente, Miguel Herrera me pareció un tipo honesto, que habla con absoluta sinceridad le pese a quien le pese. Si quiere decir algo porque suceda un problema con el jugador de la Real, lo dirá, no se callará (esa es la impresión que me llevé). Pero seguir alimentando la fábula de la enemistad de Carlos Vela con la Tri, es absurdo. 

Como el propio "piojo" afirmó para atajar la constroversia: "Vela no nos va a hacer ganar el Mundial de Brasil, esto es un deporte de equipo". ¿Olvidamos éso? Entonces, ¿para qué darle tanta importancia a esta polémica? ¿No hay otra cosa de la que hablar? ¿Nos hemos convertido en picadores taurinos, siempre pinchando? Amigos periodistas deportivos, recordemos algo, el periodismo es informar. La tertulia vamos a dejarla para el bar con los amigos. Cansa ya tanta doble moral y tanto experto en los medios...

Yo, por seguir en el oficio de picar y recordar viejos tiempos, le pregunté a Herrera si México caería con Brasil en la fase previa, o si le haría un favor a España y conseguirían vencer a la anfitriona. Una sonrisa y una amable respuesta es todo lo que obtuve del "piojo". No hay titular espectacular, lo siento.